El aumento de costes se encuentra entre los factores que afectan negativamente a la rentabilidad del negocio de reparación. Unos costes que deben estar siempre controlados si queremos asegurar la buena marcha de la economía del taller. No obstante, además, de los costes que podemos ‘controlar’, debemos estar también atentos a los costes ‘incontrolables’, aquellos que se originan más allá de nuestra actividad.
En este sentido, en los últimos meses se está registrando un hecho que probablemente tenga su impacto en la cuenta de resultados de nuestro negocio: la
subida del coste laboral. Y es que, esta variable económica (el coste laboral medio por trabajador y mes que incluye las remuneraciones y las cotizaciones sociales)
ascendió a 2.550,27 euros en el primer trimestre de 2019, lo que supone un
repunte del 2,1% respecto al mismo periodo de 2018, su mayor alza desde 2013, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, con este aumento interanual, el coste laboral encadena
siete trimestres seguidos en positivo.
Según el INE, el
sector servicios fue, el que protagonizó la
mayor subida: un
2,3% interanual, hasta 2.466 € por trabajador y mes, seguido de la industria, con un repunte del 1,8%, hasta los 3.030 €, y la construcción, con un incremento del 1%, hasta los 2.514 €.