Los
talleres de reparación de vehículos cada vez son más conscientes de la
importancia de la gestión de sus negocios. Sin embargo, esta cuestión sigue
siendo un desafío para sus responsables. Y uno de los indicadores que más preocupa
dentro de la gestión empresarial es, sin duda, la rentabilidad. Un concepto que hace referencia al resultado que
se obtiene tras realizar una inversión inicial.
Cada vez es más patente que la nube se
está imponiendo en los planes estratégicos de las empresas, independientemente
de su tamaño, no sólo a la hora de almacenar datos, desarrollar nuevos
productos o servicios o implementar estrategias basadas en ella, sino también
con el objetivo de que estén más protegidas.
La inmensa mayoría de los talleres españoles
son empresas familiares. Unos negocios que, según la patronal Conepa, al
finalizar 2020, daban empleo a unos 146.500 profesionales (entre empresas
dedicadas a la reparación y a la venta de automóviles). Empresas familiares que
están recuperando, poco a poco, parte de lo perdido por los efectos de la
pandemia del COVID-19 en la economía, según reflejan los principales indicadores
económicos. Sin embargo ¿esa total recuperación llegará este mismo año o se
retrasará a 2022? ¿Qué otras preocupaciones tiene la empresa familiar? ¿Qué
retos afronta?
Una buena gestión del taller pasa por conocer la situación de todas y cada una de sus áreas, desde la parte de tesorería a la de producción. Todo, con el objetivo de tener una ‘foto’ lo más actualizada posible que permita corregir desviaciones que pueden suponer un riesgo para el negocio.
