La pandemia ha marcado un antes y un después en nuestras vidas. El covid-19 ha cambiado nuestra forma de relacionarnos, de trabajar e, incluso, de desplazarnos. El confinamiento y las restricciones derivadas de la crisis sanitaria causaron un descenso medio de la movilidad del 25% durante todo 2020, un porcentaje que llegó al 75% en abril. Por eso, no es de extrañar que hubiera menos siniestros en carretera. No en vano, el número de fallecidos en vías interurbanas el año pasado, contabilizados a 24 horas del accidente, descendió a 870, la cifra más baja desde 1960.
Sin embargo, esto no quiere decir que 2020 fuera bueno para la seguridad vial, más bien todo lo contrario. De hecho, el año pasado ha sido el peor de la última década, ya que, en términos relativos, la mortalidad en carretera superó las previsiones estadísticas en un 17%. No en vano, se registraron 128 muertos más de los esperados en función de la movilidad y la evolución de los fallecidos en los últimos diez años, según el estudio ‘COVID-19 y seguridad vial. Influencia de la pandemia en la movilidad y la accidentalidad del futuro’, realizado por la Fundación Línea Directa en colaboración con el Instituto de Investigación en Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universidad de Valencia.
El accidente mortal más habitual en 2020 se produjo, sobre todo, en julio y en fin de semana, en carretera convencional (el 77% de los fallecidos) y con la salida de vía como causa más común (el 44%). En términos absolutos, los usuarios vulnerables (peatones, motoristas y ciclistas) fueron los que más redujeron su mortalidad (-29%), mientras que los fallecidos en turismos solo la disminuyeron un 15%. En cuanto al perfil del conductor accidentado, los hombres jóvenes y los de entre 55 y 64 años fueron los que menos descenso tuvieron respecto a otros años.
¿Y qué pasará en 2021?
Son varios los condicionantes que pueden influir en un incremento de la siniestralidad en carretera este año, como el previsible aumento de la movilidad, que la Fundación Línea Directa cifra en un 30%.
A ello, hay que añadir que los españoles están apostando por el transporte privado para desplazarse, ya que el 71% lo utilizará para viajar este verano y el 18% cree que “lo usará mucho más que antes de la pandemia” en detrimento del autobús (-10%) y del metro o el tren (-6%). Todo ello, significa que habrá unos 160.000 vehículos más circulando por las calles y carreteras españolas durante 2021, lo que supone una mayor probabilidad de que se produzcan accidentes viarios.
¿En qué comunidades habrá más movilidad?
Según el estudio ‘COVID-19 y seguridad vial. Influencia de la pandemia en la movilidad y la accidentalidad del futuro’, alrededor del 75% de los conductores españoles van a incrementar su movilidad en 2021 y el 18% lo hará “mucho más”. Entre estos últimos, destacan especialmente los automovilistas de Extremadura (+26%), Canarias (+24%) y La Rioja (+23%), mientras que los conductores que no se ven incrementando tanto sus desplazamientos son los de Castilla-La Mancha (+15%), Asturias (+14%) y Aragón (+12%).
En cuanto a la opinión sobre las restricciones, el 60% de los españoles se muestra muy crítico con ellas por “haber valido de poco", debido, quizás, a la tensión acumulada durante los meses de confinamiento. Un hartazgo que se traduce, según el estudio, en la cantidad de conductores que reconocen haber transgredido las restricciones y los cierres perimetrales, ya que 6,6 millones (un 24%) reconocen haberlas infringido.
De este modo, un aumento de la movilidad, unido a una mayor tendencia a incumplir las normas; a una posible euforia por el fin de las restricciones y a que casi 1 de cada 5 automovilistas cree que su habilidad para conducir es peor que antes de la crisis sanitaria, hacen prever un incremento de los siniestros en carretera, tal y como destaca el informe.
Cabe recordar que en 2019, según la iniciativa Estamos Seguros de la patronal de las aseguradoras Unespa, la carga media de trabajo derivada por las aseguradoras a los talleres españoles fue de 85 vehículos al año, o lo que es lo mismo, una entrada aproximadamente cada cuatro días.
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