Rentabilidad, cuota de mercado, beneficio neto, 'Net Promoter Score' (en castellano 'Marcador de promoción neto', y también conocido por sus siglas 'NPS', es un indicador que mide la probabilidad de que los clientes recomienden un negocio a partir del nivel de satisfacción que estos presentan con respecto a su experiencia)... Son muchos los términos y conceptos que se manejan en la gestión de un taller moderno. Por eso, y más con la digitalización del negocio, es vital conocerlos para medir de manera precisa todas las áreas de la empresa...
En este sentido, de entre los términos más conocidos y utilizados encontramos el ROI. Saber qué es y cómo interpretarlo correctamente para conseguir beneficios en nuestras futuras acciones empresariales puede marcar un antes y un después en la evolución de nuestro negocio.
¿Qué es el ROI?
El Return On Investment, traducido como retorno de la inversión, y conocido comúnmente por sus siglas en inglés ROI, es un indicador financiero que mide la rentabilidad de un proyecto, una inversión, una acción, una campaña de marketing, etc. Se puede resumir en la siguiente frase: Si pongo esta suma en este proyecto ¿Cuánto me devolverá? O ¿Cuál es la ganancia obtenida a cambio en comparación con los costes incurridos? En otras palabras, el ROI es un cociente que tiene como objetivo calcular el porcentaje de ganancia que se espera de una inversión en comparación con la apuesta inicial.
Podemos decir que el retorno de la inversión es un indicador fundamental para comparar las diferentes inversiones realizadas. Te permite medir el rendimiento de una inversión en relación a las cantidades invertidas y el dinero que se ha ganado o perdido. También es un indicador esencial para elegir entre varios proyectos y determinar el que aportará más dinero en comparación con las sumas iniciales invertidas. Con el ROI puedes saber si una inversión es eficiente y rentable.
El ROI te ofrece la posibilidad de evaluar el retorno de una inversión pasada o actual o predecir los resultados de una inversión futura en un periodo determinado. Es también un indicador valioso para ayudar a la toma de decisiones.
Cómo calcularlo y cómo interpretarlo
Una vez visto que es el ROI será mucho más sencillo aprender a calcularlo correctamente. Para ello es necesario realizar la siguiente fórmula:
ROI = Beneficio – Inversión total / Inversión total x 100
Una vez obtenido, es necesario tener en cuenta una serie de factores antes de interpretar los resultados:
📌 Se recomienda expresarlo siempre en porcentaje para facilitar que pueda interpretarse de manera mucho más intuitiva.
📌 Los resultados obtenidos son siempre netos, ya que estos pueden ser tanto negativos como positivos.
📌 Si lo que se busca es calcular el ROI con mayor precisión se deben agregar los rendimientos y costes totales.
Con esto en cuenta, es posible obtener dos tipos de resultados:
➡️ Porcentaje de ROI positivo: cuando el porcentaje es mayor a cero, se interpreta que los rendimientos totales superan los costes totales. Por lo tanto, se han generado ganancias.
➡️ Porcentaje de ROI negativo: cuando el porcentaje es menor a 0, se interpreta que los costes han sido superiores a los rendimientos totales, por lo que se han generado pérdidas.
Si bien el ROI tiene sus limitaciones, como, por ejemplo, que no tiene en cuenta el factor tiempo o que tampoco refleja posibles beneficios no accesorios como en el caso del branding, entre sus ventajas está su versatilidad y sencillez, ya que puede ser utilizado para medir activos financieros, un proyecto de inversión empresarial o incluso la inversión de un inmueble. Asimismo, es muy útil y utilizado en campañas de marketing.
¿Cuál es el porcentaje de ROI ideal?
Tomando el ROI como un indicador porcentual, y teniendo en cuenta otros factores como el riesgo y la duración de las acciones a realizar, obtendremos como resultado un porcentaje por encima o por debajo del 100%.
Por lo tanto, cuando la inversión es inferior al 100% se podrá obtener una estimación real del tiempo necesario para recuperar la inversión inicial. Es decir, cuándo la empresa comenzará a obtener beneficios de dichas acciones o inversiones.
Un ejemplo: de obtener un ROI del 20% anual, la empresa sabrá que cada año se obtendrá ese porcentaje de ganancias por lo que serán necesarios 5 años para recuperar por completo la inversión.
Por el contrario, si la inversión es superior al 100% la empresa tendrá asegurada una inversión rentable desde el inicio por lo que cada año, en el caso de obtener un ROI del 120%, se obtendrá el mismo porcentaje de la inversión más un 20%.
En campañas de marketing, se estima que el porcentaje de ROI aceptable debe oscilar entre el 400% y 600%. En caso de conseguir un valor por debajo de estas cifras la empresa deberá mejorar sus estrategias. De este modo, aunque son pocas las empresas que consiguen alcanzar un ROI del 1000%, se debe siempre aspirar a conseguir el resultado más positivo posible.
Gestión del taller y herramientas digitales
Una gestión moderna del taller obliga a conocer los elementos básicos de la gestión empresarial. Eso sí, para hacerla más sencilla, es fundamental apoyarse en las herramientas tecnológicas adecuadas, que nos permitan controlar todas las áreas del taller y, de este modo, nos ayuden a tomar las mejores decisiones.
Y es que la digitalización permite generar mayores ingresos por la creación de nuevas oportunidades; optimizar los procesos gracias al análisis de datos, que ayudan en la toma de decisiones; controlar los gastos y ahorrar costes; y ayudar a retener el talento. Beneficios todos al alcance de todo tipo de talleres, grandes, medianos o pequeños.
¿Te impone acometer la transformación digital de tu taller? Todo será más fácil (y rentable) si apuestas por el software de gestión de taller más potente del mercado: el de Connection Soft Service (CSS). Ponte en contacto con nosotros en el 91 365 04 51 o a través de este formulario. ¡Te ayudaremos a que comiences a disfrutar de un sistema de gestión de taller mecánico rentable y eficiente! ¡Pruébanos!
Si buscas más contenidos útiles para tu taller, asómate a estos posts:
• Como elegir el sistema de gestión de taller más adecuado
• Agiliza tus flujos de reparación minimizando el contacto físico con el cliente y la inmovilización del vehículo a reparar
• Así te ayuda CSS a adaptar la operativa de tu taller en la desescalada del COVID-19
• Mejorar la experiencia de cliente en tiempos del coronavirus
No hay comentarios:
Publicar un comentario