lunes, 28 de agosto de 2017

Los automovilistas comprarán el mantenimiento de vehículos cada vez más a intermediarios

Asistimos a una transformación del sector del automóvil del B2C al B2B. Es la principal conclusión del Think Tank de Automoción B2B de IE Business School promovido por Ricardo Conesa, Director del Programa Avanzado en Dirección de Empresas del Automóvil de la escuela de negocios, y José Luis Criado, Director Académico del mismo, en el marco de IE Alumni. El Think Tank presentó sus conclusiones el pasado 20 de junio en una sesión plenaria abierta a la participación de todos los profesionales del sector.

Se está produciendo una transformación sectorial con importantes repercusiones tanto desde la perspectiva de la demanda de servicios de movilidad por parte de los clientes como de la oferta de los mismos por parte de las empresas del sector, las actuales, las recién llegadas y las que parece que quieren llegar”, explicó Ricardo Conesa, impulsor del “Think Tank Automoción B2B” de IE Business School y Director del Programa Avanzado en Dirección de Empresas del Automóvil de la escuela de negocios. Junto a él, José Luis Criado, Director Académico del posgrado en automoción de IE Business School y que co-lidera el Think Tank; Agustín García, presidente de la Asociación Española del Renting de Vehículos (AER) y Edwin Acosta, Regional Managing Director de Eurotaxx para España, Portugal e Italia.

“El sector parece evolucionar desde un entorno fundamentalmente B2C a otro B2B. Esa es, al menos, la tendencia que se ha puesto de manifiesto en las dos sesiones de trabajo realizadas por el Think Tank con una veintena de profesionales de la automoción que detentan importantes responsabilidades en la Administración, asociaciones sectoriales y compañías fabricantes de vehículos, productoras de componentes, petroleras, aseguradoras, firmas de renting, certificadoras, empresas de ITV o redes de talleres”, añadió José Luis Criado.

Nuevos fenómenos

En los años 90 empresas, entre otras, de transporte público, concesionarios de vehículos, talleres, aseguradoras o financieras proveían de servicios de movilidad a las personas que necesitaban desplazarse. Sin embargo, en un momento dado se producen una serie de fenómenos que lo cambian todo: la presión medioambiental sobre el automóvil, especialmente en ciudades; el incremento disuasorio de los costes de posesión de un vehículo; el cambio de actitud de muchos jóvenes para los que el coche deja de ser algo aspiracional; y la conectividad que se deriva de la generalización de Internet y los smartphones. La principal consecuencia de estos nuevos fenómenos es la aparición de un modelo de economía colaborativa y el auge del coche compartido. 

Por su parte, las empresas proveedoras de movilidad también tienen que hacer frente a nuevos fenómenos que condicionan su actividad: el surgimiento de ventajas fiscales para determinados tipos de uso del vehículo; el aumento del outsourcing por parte de las empresas para poder concentrarse en el ‘core’ de su negocio; la aparición de mayores riesgos en cuanto al valor residual del vehículo; o la necesidad de las empresas de calcular el coste del uso de vehículos sin imprevistos. Todo ello ha supuesto el desarrollo y consolidación de las actividades de intermediación de flota que hacen compañías como las de renting.

La tesis defendida por el “Think Tank Automoción B2B” de IE Business School es que “se está generando una barrera entre los usuarios finales de los vehículos y servicios de movilidad, y sus tradicionales proveedores”. En palabras de Conesa: “Surgen fenómenos como Car2Go o Uber que contratan el vehículo que antes compraba al concesionario el cliente final. Al mismo tiempo, por ejemplo, se consolidan modelos de negocio como el de las compañías de renting que contratan el seguro o el taller que garantiza la movilidad del vehículo que tú, como usuario final, tienen contratado con esos intermediarios de flota”.

A partir de este escenario, el “Think Tank” plantea en sus conclusiones que se producirán nuevos fenómenos que conducirán a un sector de automoción más B2B. El futuro será, cada vez más de los integradores de datos y de servicios. Así lo anticipan diferentes fenómenos: el coche y el cliente conectado, el vehículo eléctrico, el Big Data y el uso de esa información para generar ventajas concretas al cliente del coche conectado; el coche autónomo; los servicios integrados, como esas apps que nos resuelven en una sola solución todas las necesidades que tenemos; o la evolución de la necesidad de ‘tener cosas’ a la de ‘hacer cosas’. “Google o Amazon, por ejemplo, son consolidadores de Big Data, intermediadores, barreras que aportan valores al usuario final y que permiten aventurar una transformación del B2C al B2B en el sector de la distribución y mantenimiento de vehículos”. 

Para los participantes en este Think Tank de Automoción B2B de IE Business School cada vez habrá más intermediarios a la hora de elegir dónde llevar a mantener o reparar el vehículo. Pero eso no significa que se vaya a convertir en el modelo hegemónico. Con todo, esos “intermediarios” pedirán a los talleres el uso de determinados sistemas informáticos de gestión para optimizar el proceso de mantenimiento y reparación. Tanto en un caso como en el otro, se trate de un cliente particular como de uno corporativo, CSS cuenta con la solucióntecnológica adecuada para ayudar a la empresa de reparación a optimizar susprocesos y hacerlos más eficientes y rentables. 

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lunes, 21 de agosto de 2017

Los conductores de Madrid, Melilla y Sevilla, los que más partes dan a su aseguradora

Los conductores de Madrid, Melilla y Sevilla son los que presentan más partes a su aseguradora, mientras que los de Teruel, Las Palmas y Lleida son los que menos incidentes tienen al volante, según el I Estudio Nacional del Buen Conductor de Acierto.com, elaborado sobre una muestra de más de un millón de conductores de toda la geografía nacional.

En concreto, los madrileños dieron un 48% más de partes que los catalanes, y hasta un 86,4% más que los turolenses, estos últimos los mejores conductores del territorio nacional. En la mitad del ranking de entre las provincias que más partes declaran al seguro se sitúa Segovia –con un 19,4% de partes totales–, Guadalajara –con un 19,1%–, y Álava –con un 18,8%–.

Mientras, los conductores de Soria y Ceuta son los que menos partes con terceros implicados dan: solo un 4,1%; y los de Huesca y Teruel le siguen de cerca con un 4,3%. Cuenca ocupa la tercera posición con un 4,4%. En el lado opuesto se encuentra Melilla, la primera en la lista de los peores conductores. Precisamente los melillenses fueron los responsables de un 50% más de partes que los santanderinos.

Por Comunidades Autónomas, Galicia es la tercera con más partes totales (18,4%) –con y sin otros conductores implicados– y la segunda con terceros (representan el 8%). Canarias y Murcia son dos de las autonomías que menos partes de este último tipo presentaron, concretamente un 4,9% y un 5,5% del total, respectivamente.

Edad y sexo, factores relevantes


El estudio desvela también que los conductores más jóvenes —de entre 18 y 23 años— dan un 50% menos de partes que los mayores de 65. Sin embargo, aseguran desde el portal web, las aseguradoras han comprobado que estadísticamente los menores de 25 años son el perfil de mayor riesgo al volante, no por el número de partes anuales presentados, sino por la gravedad de los mismos, ya que es la franja de edad con mayor número de accidentes mortales o con daños personales.

Igualmente, el informe señala que hay diferencias entre sexos: las mujeres de entre 18 y 23 años son responsables de un 7% más de partes que los varones de la misma edad. Esto se traslada también a otra franja de edad: las conductoras de 34 a 39 años también dan un 17% más de partes que los conductores.

Aún así, y siempre según las conclusiones del estudio, las consuctoras suponen menor riesgo porque aunque presentan mayor frecuencia siniestral —volumen de partes—, su siniestralidad técnica es menor —cuantía total de los daños provocados en los accidentes—.

Por otra parte, el estudio refleja la disparidad entre los distintos tipos de pólizas. En concreto, la modalidad de a todo riesgo —con y sin franquicia— registra un 60% más de partes que todos los seguros a terceros juntos.