¿Puede un solo coche poner de moda el aluminio en las carrocerías? El Ford F-150, en EE.UU. sí

Hace algunas entradas hablábamos sobre la conveniencia -o no- de instalar una sala limpia para la reparación de carrocerías de aluminio. ¿Es una inversión rentable? ¿Es preferible sustituir piezas enteras a reparar? ¿Hay suficiente parque con piel de aluminio como para plantearnos esta pregunta? Lo cierto es que, como a la hora de tomar cualquier decisión, lo más razonable es hacer números: analizar, con toda la información que nos ofrece nuestro sistema de gestión de taller, dónde estamos y dónde queremos ir. Y claro, ver si el viaje es rentable.

En cualquier caso, y aunque la presencia del aluminio es aún minoritaria en nuestros automóviles, no está de más mirar más allá de nuestras fronteras y tratar de ver por dónde se moverá el mercado. Y los datos que llegan de EE.UU. son, cuando menos, llamativos.

El consumo industrial de aluminio crecerá un 7%

Al menos al otro lado del Atlántico, según previsiones de Morgan Stanley. Y el responsable es el nuevo Ford F-150, el modelo más vendido en EE.UU. y fabricado íntegramente con este material. De confirmarse, se trataría del mayor incremento de su consumo desde 2006. Lo que también sube, su precio, entorno al 2% en el último año.

El popular modelo de Ford es un Pick Up, pesado por naturaleza, que gracias al empleo del aluminio ha conseguido reducir el consumo de combustible de manera significativa. Lo ha hecho un 29% más eficiente. Y es que éste, precisamente, es uno de los principales retos que se están marcando los fabricantes.

El Ford F-150 está íntegramente fabricado en aluminio.

Lo cierto es que además de récord en ventas, el F-150 es por derecho el automóvil en cuya producción se ha utilizado más aluminio de la historia. Ya no hay que buscar el aluminio en automóviles de lujo como los Jaguar. El acero tiene un serio competidor y cada vez más fabricantes muestran interés en reemplazarlo por éste serio candidato. Honda es otro de los constructores que también está apostando por la incorporación del aluminio a la producción en masa de automóviles.

¿De qué dependerá la llegada en masa del aluminio a las carrocerías?

Principalmente serán dos los factores que precipitarán -o no- su llegada a nuestros coches. El precio del combustible -cuanto más elevado sea más jugará a su favor- y la presión medioambiental y la demanda de menores emisiones.

Llegado el momento, ¿qué será más rentable para el taller? ¿Cambiar o reparar? ¿Instalar una sala específica para la reparación de carrocerías de aluminio o renunciar a este tipo de operaciones?
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