No en vano, no sólo va ganando en número (en 2021 contaba con 2,11 millones de unidades —sin contar parque de renting ni ‘rent-a-car’—y se espera que llegue al 2,25 en 2025), también es un cliente interesante para el taller ya que realiza una media de kilómetros muy superior a la del parque de vehículos de particulares. Así, en 2021, la media de kilómetros recorridos por los vehículos de empresa españoles aumentó hasta los 23.600.
El tramo medio de kilometraje que más aumentó porcentualmente en 2021 en comparación con el ejercicio anterior se situó entre los 30.000 y los 49.999 kilómetros, completado por el 21,5% de los vehículos y que supuso casi un 8% más. No obstante, el recorrido más habitual volvió a registrarse entre los 9.000 y los 19.999 km, completado por el 30,5% de los vehículos de empresa, junto con las unidades que recorrieron entre 20.000 y 29.999 km.
El vehículo de empresa y el taller
Los vehículos que suman más de seis años son los que más visitas realizan al mecánico, en especial en el tramo que alcanza hasta los nueve años, con una media de 1,98 entradas anuales.
Esta media desciende casi un punto porcentual (1,89) entre los que superan la década de antigüedad, para bajar de nuevo cuando alcanzan los 14 años (1,87), en similares parámetros que los que cuentan con un lustro de vida (1,86). Los modelos de reciente adquisición apenas acuden para operaciones de mantenimiento, mientras que los que cuentan entre dos y tres años acuden en 1,7 ocasiones.
La mayor frecuencia de uso de los vehículos comerciales les aboca a realizar un número superior de reparaciones (1,86) que los turismos (1,55), al sufrir un desgaste más pronunciado.
Las operaciones en el taller
El porcentaje de coches que realizó el pasado año un cambio de neumáticos creció levemente en comparación con 2020. Aun así, el 53,7% de los propietarios de vehículos eludió la sustitución de este componente. Para realizar esta operación, los talleres multimarca son la elección preferida: superó el 80% en 2021. No obstante, la red oficial experimentó un ligero ascenso y captó al 15,5% de los clientes, mientras que los centros de nueva distribución atendieron al 4,4% restante.
Por otra parte, más de la mitad de los vehículos de empresa en 2021 se sometieron a una revisión completa, mientras que un 27,8% optó por una operación más sencilla como es el cambio de aceite y los filtros. El 20,3% de las unidades no acudieron al servicio técnico en todo el ejercicio.
Por tipo de vehículo, los comerciales acudieron en mayor medida al taller que los turismos durante el pasado ejercicio. El 52,7% de los primeros realizaron revisiones más exhaustivas en comparación con el 49,8% de los segundos. Solo el 23,8% de los turismos restantes realizó un servicio básico como el cambio de aceite, frente al 29,6% de los comerciales. Destaca que el 26,4% de los turismos no realizó ningún tipo de actuación en el taller.
Aquí, el taller multimarca también mantuvo su cuota en las preferencias del vehículo de empresa y se consolidó como la principal opción: fue la modalidad elegida por el 64,8% de los vehículos, mientras que poco menos de un tercio de las unidades optó por la red oficial, que cedió más de un punto porcentual de cuota frente a 2020.
¿Y qué pasa con la carrocería?
El taller de chapa independiente se mantuvo el pasado año como la opción preferida por más de la mitad las empresas para reparar sus vehículos, aunque descendió casi tres puntos porcentuales en comparación con 2020, hasta alcanzar el 51% de las visitas. La red oficial se benefició en parte de este cambio de tendencia y creció hasta el 30,5%, al igual que el resto de alternativas.
La elección del lugar de reparación está directamente relacionada con antigüedad del vehículo. Los modelos nuevos acuden a la casa oficial (54,8%), mientras que más del 57% de los que cuentan entre cuatro y nueve años optan por el taller independiente, porcentaje que crece hasta el 74,2% cuando se superan los diez años de uso, franja en la que la visita al taller oficial se sitúa en el 7,2%.
En cuanto a la siniestralidad del vehículo de empresa, la gran mayoría de conductores (el 85,8%) no se vio implicado en ningún accidente en 2021. De los que no tuvieron esta suerte, solo el 1,5% revistió gravedad, mientras que los siniestros restantes se saldaron con golpes leves.
Gran parte de los conductores que sufrieron un accidente en 2021 no volvieron a verse implicados en otro percance (80,1%), aunque el porcentaje creció un 17% en comparación con el año anterior, en el que la movilidad fue más reducida por la pandemia. Sin embargo, los implicados en dos golpes disminuyeron un 8,7%.
La tasa de accidentes fue superior entre los comerciales (16,8%) en comparación con los turismos (7,3%), ya que estos últimos circularon menos por las restricciones de movilidad. El mayor índice de percances lo protagonizaron las unidades de antigüedad media (19,9%), por delante de las más longevas (19,5%). Los vehículos nuevos sumaron el 6,8% de los golpes.
En la pauta de los últimos ejercicios, más de la mitad de los accidentes (54,1%) no fueron declarados a la compañía aseguradora, bien por su escasa importancia o para evitar un aumento en la prima.
Así, el 44% de los golpes no fueron reparados el pasado año, porcentaje algo superior al de los daños abonados íntegramente por las compañías de seguros, que supusieron el 41,7% del total y que crecieron casi ocho puntos porcentuales en comparación con 2020. El 5,5% de los siniestros fueron pagados por la empresa propietaria del vehículo, mientras que los sufragados de forma conjunta por empresa y aseguradora alcanzaron el 8,8%.
¿Y cómo están asegurados estos vehículos?
La modalidad de terceros se mantiene como el tipo de cobertura elegida de forma mayoritaria tanto por los vehículos particulares (64,1%) como por los corporativos (49,4%). El seguro a todo riesgo sin franquicia es solicitado por el 26,6% del parque empresarial, secundado por el todo riesgo con franquicia, opción requerida tanto por el 24% de la flota corporativa como por el 23,6% de los particulares.
En relación con la antigüedad, a partir de los cuatro años la modalidad de terceros es la más usual, mientras que las modalidades de todo riesgo se imponen en las unidades de fabricación más reciente, para perder peso de forma progresiva según avanza el envejecimiento del vehículo y disminuye su valor real.
Por tipología de vehículo, los comerciales mantienen su preferencia por el seguro a terceros en un 56,6%, opción que es también la más demandada en el caso de los turismos, con el 36,2% de los casos, mientras que el 34,8% opta por el todo riesgo sin franquicia y en el 29% por la modalidad que la incluye. Estas dos últimas alternativas se igualan entre los comerciales (21,7%).
Si se toma como referencia la modalidad de financiación, el 62,6% de los vehículos de empresa en propiedad cuenta con una póliza a terceros, opción que es también la preferida por los de leasing (34%) por escaso margen sobre el todo riesgo sin franquicia (33,8%). Esta última es la elección más común en los vehículos de renting y cubre el 52,4% de los casos.
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